lunes, 5 de mayo de 2014



LOS PIRSIS
BIBLIOGRAFIA

pulevasalud. (2013) recuperado de http://http://www.pulevasalud.com/ps/contenido.jsp?ID=56446&TIPO_CONTENIDO=Articulo&ID_CATEGORIA=102037





El piercing es la perforación hecha en una parte distinta del lóbulo de la oreja para insertar pendientes, aros u otros ornamentos. Los motivos pueden ser diversos, pero el objetivo siempre es el mismo decorar o adornar el cuerpo. En la sociedad occidental, el piercing lo popularizó el movimiento punk en los años 70 y desde entonces no ha dejado de estar de moda.

 El problema principal en las perforaciones suele ser la edad de los interesados y la falta de información sobre los riesgos a los que se enfrenten sino existen mediadas de higiene adecuadas de los centros en los que se hacen y por parte de las personas que los realizan. Las alergias por el material del pendiente y las infecciones por un cuidado deficitario tras la perforación, también suponen complicaciones, aunque menos serias.

La mayoría de las personas que se hacen piercing responden a un perfil adolescentes, en mayor medida de sexo femenino, de entre 14 y 17 años que desconoce las medidas preventivas que deben seguir para esquivar las complicaciones que puedan surgir. 


También el escaso control a que se somete a los centros que realizan piercing y tatuajes con el fin de que cumplan las condiciones higiénico-sanitarias básicas, agrava la situación. Por tanto, es de gran ayuda que las personas que quieran hacerse un piercing estén atentas a la higiene del centro, así como del profesional que lo realiza y se informen de los cuidados que tienen que seguir tras la perforación.

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LA CONTAMINACION

BIBLIOGRAFIA       
  nationalgeografic. (2013) recuperado de:http://www.nationalgeographic.com.es/buscador/index.html?q=contaminacion

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La contaminación del Mediterráneo no es, ni por asomo, un fenómeno moderno. Científicos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del CSIC han llegado a esta conclusión tras estudiar la concentración de residuos metálicos contenidos en los sedimentos de las praderas de posidonia (Posidonia oceanica) de la bahía de Port Lligat, en la Costa Brava gerundense. Los investigadores han podido comprobar que el ser humano empezó a contaminar el Mare Nostrum hace la friolera de 2.800 años.
El estudio se ha centrado en una superficie de algo más de 94.000 metros cuadrados alfombrada por praderas de posidonia, bajo las cuales se hallan sedimentos de cinco metros de grosor en los que se puede observar estratos de hasta 4.500 años de antigüedad. «Estos depósitos son un registro privilegiado para la reconstrucción del pasado de la costa mediterránea, un área especialmente expuesta a las perturbaciones naturales y antropogénicas», añade Mateo.
«A lo largo de los últimos 1.200 años la presencia de metales ha aumentado de forma gradual, y hace 350 años, a partir de la revolución industrial, el plomo, el cinc y el arsénico se han incrementado de forma notable.» Además de ilustrarnos sobre nuestra tradicional y contaminante forma de relacionarnos con el mar, este estudio prueba también que las praderas de posidonia almacenan una gran cantidad de metales pesados, que actúan como filtro y sumidero de polución en la primera línea de costa. –Eva van den Berg
mediteraneo